Hoy todos levantan las manos
y le vitorean como un rey,
que vuelve a su país tras la victoria.
Y tiran sus mantos al suelo a su paso
y le gritan bienvenido.
Y El sonríe feliz,
lejos del corazón angustiado,
que late por dentro.
Y mira a cada cara,
y a cada niño.
Despidiéndose del tiempo feliz,
que sabe que es efímero.
La última fiesta....
antes del sacrificio.
La gran despedida,
de este mundo,
al que ama.
Y mira a sus compañeros,
de tantas jornadas,
que orgullosos están a su lado.
Que sonríen.... ajenos al dolor,
y a la muerte que se avecina.
Y miran a su querido...
y amado maestro,
al que creen invencible.
Y El.... les deja vivir el sueño
y la felicidad .... por unas pocas horas.
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