lunes, octubre 29, 2012

NUESTRO PODER CREATIVO

PAPA JAIME




Hace algunos años al terminar una conferencia que dicté en el consulado de Miami con motivo de la celebración del 20 de julio, se me acercó un personaje que cada vez que pienso en imaginación, creatividad y persistencia su recuerdo regresa vívidamente a mi mente.

Aquel hombre paisa de unos 55 años llevaba puesto un poncho, un sombrero y un carriel de un tamaño monumental lo cual llamó la atención no solo mía, sino de todos los asistentes a aquella celebración, haciendo que él se convirtiera en el personaje central. Con gran alegría me saludó efusivamente mirándome a los ojos fijamente y sonriendo me dijo: “Papá Jaime yo le quiero obsequiar a usted unas muestras gratis de un producto paisa fabuloso hecho en casa y con material exclusivamente importado, que todos los Colombianos que viven en Estados Unidos añoran y ansían saborear”. Abrió su estrambótico y gigantesco carriel y sacó unas arepas empacadas en una bolsa de plástico, en la cual lo que más resaltaba era el número del teléfono donde se podían conseguir. También la bolsa tenía una frase en inglés y español que decía: “Delivery free anytime, anyplace” o “Entrega a domicilio gratis las 24 horas a cualquier lugar”. Al entregarme las arepas me dijo: “Pruébelas. Se que le van a gustar mucho y yo se las puedo llevar a donde usted vive”. Yo le contesté que vivía tan lejos de allí que aunque llenara el carriel de arepas, le costaría más la gasolina para poder desplazarse hasta allá. El muy sonriente y seguro de sí mismo me respondió: “Ave María pues Papá Jaime, ¿Usted cree que un paisa se va a varar en medio de toda esta tecnología? Lo que yo prometo lo cumplo. Para mi lo más importante es el servicio personalizado a mis clientes ya que gracias a ellos puedo disfrutar de las comodidades que me da este país. Deme su teléfono y yo lo llamaré”.

Hacía tanto que no comía una arepa de éstas que salí feliz y con ganas de llegar cuanto antes a calentarlas. Abrí el paquete y me llamó la atención que cada arepa estaba separada de la otra con un papelito de celofán para que no se pegaran al congelarlas. Esa noche nos comimos todas las deliciosas arepas. Al día siguiente la primera llamada que entró fue la de él, preguntándome como me había parecido la arepita del desayuno y diciéndome si quería ordenar algunos paquetes.

Yo me puse a hacer cuentas y tenía que comprarle muchos paquetes para que fuera rentable para él la ida hasta mi casa, así que decidí encargarle arepas para dos meses. Al día siguiente llegó con las arepas y me preguntó si conocía más colombianos en esa área o a algún conocido en un supermercado que se interesara por sus arepas. Yo le di algunos teléfonos y direcciones de dos supermercados y él se fue rápidamente muy agradecido.

Cada vez que le hacía pedidos me contaba que había visitado los diferentes Supermercados de cadena en diferentes ciudades y siempre le decían que la arepa no era un producto que tuviera acogida por los americanos y que no les interesaba tenerla entre sus productos. Miles de veces le dijeron que no.

Pasaron los años y perdí contacto con él. Un día entre a Publix (una cadena de supermercados americanos muy grande) y con gran sorpresa y admiración vi sus arepas exhibidas al lado de las pizzas y los tacos mexicanos. Cogí unos cuantos paquetes de arepas e inmediatamente lo llamé. El se alegró mucho al escucharme y me dijo: “Como decimos en Antioquia: la constancia vence lo que la dicha no alcanza” y me contó que estaba distribuyendo las arepas no sólo en la Florida sino en varios estados de Estados Unidos.

La mayoría de personas tienen miedo de ser creativas, ya que consideran que no tienen la capacidad para hacerlo y ante cualquier obstáculo o rechazo dejan de lado sus sueños. Lo que muchas de ellas no saben es que el cerebro tiene dos hemisferios: el derecho que es el que funciona cuando nacemos, el cual es el de la creatividad, la música, la poesía, el amor y la aventura y el izquierdo que es el no creativo, el racional, el lógico y el matemático.

Si nos detenemos a ver a un niño, veremos que él siempre está inventando y experimentando (su hemisferio derecho esta desarrollado), pero nosotros con nuestro afán de “educarlo”, lo vamos enjaulando en lo que consideramos que es lo correcto y la verdad. Es en este momento cuando los niños comienzan a perder la capacidad creativa y van entrando a formar parte de “la sociedad” donde es importante comportarse de manera correcta de acuerdo a ciertas normas y rótulos que son “importantes” para desarrollarnos como seres humanos (su hemisferio izquierdo empieza a predominar).

Para poder dejar que tu capacidad creativa salga a flote y le puedas poner alas a la imaginación y tren de aterrizaje a tus sueños, debes salir de la trampa en la que has caído, volviendo a ser como cuando eras niño, sin perder tu capacidad de asombro y admiración y mirando las cosas no con mente de experto que cree saberlo todo, sino con mente de aprendiz, la cual es audaz, abierta, flexible, contemplativa y utiliza todos los mecanismos que tiene a su lado.

Es importante que busques el silencio, preferiblemente en medio de la naturaleza utilizando el poder de la meditación, la visualización, la observación o la contemplación profunda que son las herramientas que te llevarán a poder desarrollar tu máximo potencial creativo. Por último, debes liberarte de los condicionamientos, cadenas y prejuicios que la sociedad te ha impuesto, aunque llegues a ser considerados loco, raro o excéntrico por los demás.

www.papajaime.com

liderazgo@papajaime.com

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