viernes, diciembre 28, 2012
TIEMPO SIN RELOJES
Cuando entres a mi morada
deja las alas afuera, desvístete de todo presagio.
Las dudas y los reproches no tienen bienvenida.
Desnuda los prejuicios y los lamentos.
No habrá escapatoria, una vez que toques mi puerta
quedarás deslumbrado de tanta alegría.
Cuando entres a mi casa, olvida los temores,
sólo la algarabía de cantos y de trinos
envolverán cada uno de tus pasos.
Déjate llevar por el tiempo sin relojes
que marquen sólo horas detenidas.
Tendrás el espacio disponible, el beso
que detenido te aguarda con premura.
Entra sin titubeos, sin pasados ni mañanas,
tu momento será casi eterno.
Hay un deseo que te aguarda, una caricia,
una palabra.
No tardes amor, los sueños se agolpan a la puerta
esperando tu llegada, trepan las ventanas,
descorren las cortinas, te hacen señas
y te envían sonrisas.
Cuando entres a mi morada, será para siempre
no hay lugar a despedidas, ni puertas que se abran
al adiós.
La sangre bulle esperando tu llegada,
es una colmena apasionada,
que transita los caminos de la pasión.
Cuando abras la puerta hazlo con finura
deja los relojes afuera enmohecer de impaciencia
una larga y tediosa demora que no tendrá final.
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