Por ERNESTO LASERNA para MACONDO
Llegaste a mi vida como una brisa fresca, que baño mi espiritu cansado y herido, y fueron tus ojos los que me invitaron a saber que todo comenzaba nuevamente, tus caricias curaron mis heridas y tus besos me dieron alma.
Pequeña mujer que viniste a rescatar a este aventurero que habia perdido el rumbo en el peor de los desierto…la soledad..
Al final de mi ruta, puedo decir que viajo con ella hasta que mis ojos se cierren, debo decir que no quiero llegar a ese final sin disfrutar cada instante de su amor, aca en mi mesa de los Angelitos, mirando hacia la calle, te regalo estas letras, ahora que llegaste y dejo de buscarte ansiosamente…..China de San Telmo.
Hola amigo!
ResponderEliminarNada como um amor para suavizar nossa caminhada, ora árdua, ora tranquila.
Besos.