Por ALEGRA CAMJALLI para MACONDO
Padre, arbol fornido, cual ramas que se extienden,
Grave sonido, el cantar de tu voz,
Presente en mi nińez, para alargar sonetos;
Audaz al contemplarme en mi rebelde adolescencia,
Cuando ella pretende alejar tu calor,
Hombre de experiencia, porque se siente erguido,
Y extiende sus manos a los frutos, de su otra
Generacion, te aclamo y te bendigo, al invocar
En tu dia, la gracia, la ternura, los ańos de tu
Tiempo, que me brindaste vos
Con amor Alegra
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