(San Justo, 1854 / La Plata, 1917)
Pedro Bonifacio Palacios nació en la localidad de San Justo, provincia de Buenos Aires, el 13 de mayo de 1854; muerta su madre tempranamente y abandonado por su padre se bautizó como “Almafuerte”, creció por las suyas y alcanzó fama y reconocida popularidad.
Docente sin matrícula, fue maestro y director de escuelas en la capital argentina y la campaña bonaerense, después amplió su campo de acción y el periodismo y la política entraron fervorosamente en escena. En medio del trajín de su vida, la poesía siempre estuvo como una forma de reflexión intensa y afirmación de una vitalidad desesperada.
Temperamental hasta la ofensa, “predicador” más que poeta, según se definió; Almafuerte encarnó la voz de la desmesura y su obra escapa a cualquier definición académica. Su recordado poema “¡Avanti!” (…No te des por vencido, ni aún vencido, / no te sientas esclavo, ni aún esclavo; /trémulo de pavor, piénsate bravo, / y acomete feroz, ya mal herido…” lo explica y también lo define.
De él dijo Rubén Darío, “Halla con frecuencia la palabra propia, por lo mismo que huye del artificio y porque ha sido y es un estudioso, dice lo que quiere porque dice lo que siente.”
Su obra, según el estudio que de la misma hizo Ricardo Rojas, se divide en tres tomos:Evangélicas (1918), Poesías (1918) y Discursos (1919), todos editados de manera póstuma.
Falleció en La Plata, donde un museo lo recuerda y homenajea, el 28 de febrero de 1917.
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