(Buenos Aires, 1914/Buenos Aires, 1998)
Hace más que poco, para una larga historia de olvido, la editorial “Ediciones en Danza” editó Desde el cerco, una antología de nuestra poeta de hoy, con selección y prólogo de Javier Cófreces y notas introductorias de Raúl Gustavo Aguirre, Jorge Leónidas Escudero y Juan Gelman.
La poca referencia histórica, y también doméstica, indica que Federica nació en la ciudad de Buenos Aires en 1914, que en 1940 se recibió de arquitecta en la UBA, que en 1948 se radicó en San Juan donde ejerció la docencia y que permaneció en esa provincia hasta 1970. Del resto, muy poco se sabe. Vivió sola, murió sola.
Contemporánea de los poetas Nicandro Pereyra y León Benarós, no se le conoce rastro ni anécdota. Su única pertenencia fue la palabra. La soledad y el dato escaso quizás hayan sido su estrategia. Rosenfeld nos habla al oído, murmurando palabras que se evanescen al contacto con la materialidad del mundo. Su voz es como el vientito que mueve las hojas en la soledad de la madrugada, nos cae del cielo como ceniza leve de una estrella antiquísima, se pierde entre la gente, portando secretas revelaciones.
“En la poesía de Federica Rosenfeld hay un tránsito de visiones vía directa que han sido trasladadas al orden intelectual, a lo vivencial llevado a lo estético. Es el diario de una mujer que viajó por el mundo nuestro donde no se reconocen los lugares familiares. La poesía se edifica sobre las ruinas”, reflexionó quien fuera su amigo durante su estancia en San Juan, el poeta Jorge Leonidas Escudero.
Publicó cuatro libros de poesía: La matinée danzante (Utopía, 1962), Cerco (Botella al Mar, 1978), La taza china (Carrá, 1986) y Poemas sin metáforas (Mugnani, 1993). Sus poemas fueron incluidos en la Antología de la Poesía Argentina, compilada por Raúl Gustavo Aguirre (Ediciones Librerías Fausto, 1973).
Federica Rosenfeld murió en 1998.
FUENTE : TELAM
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