lunes, enero 02, 2012

LOS HIJOS DEL SOL




Autor: José Santana Prado


El grande y famoso imperio del sol ha nacido en la América precolombina casi espontáneo, sin pensarlo mucho, sólo se dio por las características naturales de sus pobladores de Mesoamérica, para situarlo dentro de la historia de los pueblos originarios de este continente, como uno de los más grandes o mejor expresado, el más grande de los imperios mesoamericanos de conquista, que existió antes de la llegada de las “casas flotantes” que vinieron de Sefarad, de la España cañí de Fernando e Isabel en el siglo XV.


Debido a la pericia y grandeza de Moctezuma Iluicamina, rey azteca del período de mil cuatrocientos en que se comenzaron a vivir las famosas “guerras floridas,” batallas programadas como si se tratara, en la época actual, de partidos de fútbol que se llevaban a cabo con la seriedad y la ubicación del guerrero mesoamericano, pues estos bravos hombres formalizaban los combates con la ritualística severa del que va a ofrendar la vida por un ideal, por su especie, por su clase o en su defecto, por su dios solar y de la guerra Huitzilopochtli.


Así fueron aumentando su poderío los hijos del imperio del sol, los hijos de las estrellas, venidos de alguna parte del norte antiguo de México, y que aún no se ha formalizado históricamente su origen.


La gran Tenochtitlán, asentada sobre las aguas del lago Texcoco, se caracterizó por la grandeza de su construcción, pues en ella se observaban maravillosas y arquitectónicas creaciones, dignas de los que piensan en grande, de los hijos de las estrellas, ahora formalizados sobre las aguas del enorme lago. Así pudimos observar las “chinampas,” sembradíos de flores, frutas y comestibles, nacidos sobre la tierra que los aztecas habían hecho encima del agua, sobre ramas y troncos de árboles, puestos sobre el espacioso lago Texcoco. Y por supuesto que esta forma de cultivo sobre el agua, fue una de las iniciadoras en el planeta, sorprendiendo de sobre manera a los europeos, a los españoles llegados en sus grandes “casas flotantes,” allende el mar de la milenaria Europa.


Una de las grandes preguntas continúa siendo el cómo y el cuándo, estas culturas se llenaron de la sabiduría que desplegaron a través de su historia sobre Mesoamérica, sobre el México antiguo, vasto en territorio y en belleza desbordada por donde se le desee observar.


Hoy, todos sabemos que el pueblo azteca fue el dominador del arte de la guerra dentro del paisaje mexicano, aunque de igual manera, desarrolló otras actividades muy importantes otorgadas por la cultura madre Olmeca que, de igual forma, influyó hasta en la grandeza de la erudición maya, pues esto lo podemos confirmar con las formas calendáricas tan certeras que los mayas nos han dejado, como benevolencia humana dentro del corazón histórico del Mayab.


Pero continúa la pregunta que todos nos hacemos con respecto al cómo y cuándo, estos pueblos bárbaros mesoamericanos, lograron “entrar” al espacioso y enigmático agujero negro interestelar, si es que lo hicieron, para saturarse de tanto conocimiento que apenas vamos, en esta época actual, descubriendo con lentitud y, nos deja sorprendidos, el cómo lo lograron, siendo supuestamente pueblos tan feroces para con sus vecinos, llenos de sacrificios humanos para complacencia de sus dioses principales y no permitir, con razón o sin ella, que la creación fracasara.


Los hijos del imperio del sol, también llamados los hijos de las estrellas, se les ha denominado a los mexicas, a los aztecas guerreros del México precolombino, a pesar de sus guerras floridas, creadas para aumentar el imperio con los impuestos, con los trabajos desarrollados por los vencidos que debían pagar su derrota de la guerra con lo mejor de ellos: su propia vida.


Aunque en este texto hablamos del imperio maya dentro de algunos y muy breves aspectos, nos centramos más en los mexicas, igualmente denominados aztecas, incluyendo su majestuosa piedra “calendario,” con 122 centímetros de grosor y sus tres metros sesenta centímetros de diámetro, así como las 24 toneladas que tiene de peso. Construida en 1479 o “13 Acatl” aproximadamente, y englobando los cinco soles que rigen la etapas, como lo son: el ocelotl o jaguar con su dios Tezcatlipoca, el viento y su dios reinante Quetzalcoatl, la lluvia de fuego con su dios Tláloc y el agua con su diosa reinante Chalchihuitlicue y, por último, el dios del movimiento o terremoto Tonatiuh. En esta piedra, nos damos cuenta de los dioses regidores de las eras o etapas que dentro del disco basáltico solar nos indica la cosmogonía de estos batalladores y fieros combatientes mexicas.


Nuevamente tendremos que volver al punto de la pregunta que nos hicimos hace un rato. ¿Y cómo adquirieron los aztecas y los mayas su vasto conocimiento? Porque los mayas históricos fueron los primeros en utilizar el cero antes que los árabes en sus matemáticas y desarrollaron un calendario (de los tres existentes), que se sabe es tan exacto como el actual gregoriano. Si bien recordamos que el calendario actual que opera entre nosotros, llamado gregoriano, en honor al papa Gregorio XIII, éste lo reformó en 1582, el 4 de octubre, para ser más exactos. Así, cuando la gente se durmió el cuatro de octubre se despertó al día siguiente siendo ya, el día 15 de octubre del mismo año, eliminando 10 días de su cotidiana vida, eso sucedió con la idea de acomodar y componer el error acumulado durante 16 siglos.


También somos conscientes que antes de este calendario se tenía el “juliano,” creado por el egipcio Sosígenes, por orden de Julio César que iniciaba en marzo y terminaba en febrero. Pero continuamos con los aztecas y su siembra de chinampas, única en el mundo de aquellos tiempos (recién terminada la Edad Media), ¿cómo es posible su grado de barbaridad o su ambivalencia con los sacrificios humanos y con la enorme sabiduría que poseían? ¿Suena esto congruente? ¿Se lleva bien lo salvaje con lo humanamente sabio que han demostrado tanto los mayas como los aztecas? ¿O en verdad los hijos del sol son llamados así, porque en realidad llegaron de allá para dejar algún mensaje en la Tierra, que ahora apenas comprendemos? ¿O alguien de “allá” llegó para orientar a los aztecas y mayas y para que su cultura pasara a ser enorme a través de los años y la historia de la humanidad? ¿O en verdad se podría opinar que la vida se escapa a lo largo del adelgazamiento del tiempo, junto con la luz del día y las horas se reducen al escombro pasado del Multiverso(#)? ¿Y usted? ¿Qué opina?






(#)- Multiverso, conjunto de universos existentes dentro del cosmos.

2 comentarios:

  1. Muy interesante texto sobre los aztecas. Felicitaciones al autor. Saludos de marianela.

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  2. José...tal como expresa Marianela, encontré muy interesante tu artículo y me dio gusto hallarte en este espacio. Andaba tras una imagen tuya para La Mancha y...aterricé aquí.

    Saludos desde Chile!

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