Desgastadas las esquinas,
desengrasada la cuerda de mi reloj,
despistado el tranvía
vuelve a perder el rumbo...
Solo espero,
que no vuelvas a confundirte
con el eco
de campanas lejanas,
con gaviotas sin alas,
con el sonido de las hojas
que caen
en un otoño sin voz...
Solo espero
que cuando vuelva a pronunciar tu nombre
por última vez...
descubras que soy yo...
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