"Yo jamás te hubiera amado
pero el destino te puso a mi lado
y soy demasiado romántica
como para atarte a mi piel".
Extensa
como tu montaña de humo
más preciada
que nunca llegas a aspirar entera.
Suave
como la pluma
con la que te haces cosquillas
y que quiere imitarme
sin llegar a ninguna parte.
-Yo te fuí única-.
Candente
como el hierro al que te amarras
para no verme.
Pero con más clase
y humanidad.
Loca
por querer ser esa cuerda
que te haga vibrar hasta estremecerte
en mis manos
para que me digas
que has vuelto a nacer
y que ves los círculos como los ven mis ojos.
Risueña
por permitir que sueñes conmigo
para que te hagas realidad
sin tener que esgrimir esbozos, ni bostezos.
Pareciamos los únicos sensatos
que barriamos y tirábamos la basura
y ahora lo guardamos todo
por que hasta la mierda nos cuenta
mejores historias
de las que nosotros podríamos inventar solos.
Quizás nos necesitemos
como las heces de perro a la bolsa
o el corazón a la aorta
aun así, despues de las equivocaciones
los románticos...
Siempre preferimos dormir con el recuerdo
de lo que no fue
pero con otro será.
Luego, nos volvemos a enamorar
de los nuevos a conocer
por que los pasados son todos malos
-Y todo esto, solo, por que tenemos muchos principios...-
Luego nos vemos la serie que más nos gusta
para casarnos con alguién en cada capítulo
y que no quede registrado en ningún lugar
que destruya nuestro cartel de solitarios
aunque no tengamos huevos
para tatuarnos la palabra "solteros"
en el pecho.
-No vaya a ser, que ya... Ni follemos-.
No sé que le he puesto al café.
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