Arraigo el epicentro de lo nuestro
y te encuentro unido a cada vértebra.
Y febriles en la simbiosis atrayente
de este todo enajenado,
somos en un mismo eje.
Y fortificados vagamos
en el transitar del tiempo
envueltos en un congruente
lamiendo el sol en cada gota de rocío
intensificando así el beso madrugador
para llegar abrazados
a la luna en su concierto.
Y somos el giro de nuestras lenguas
la sangre que se expande
los extremos que se agrupan
y la arrogancia que nos declara.
"...de este todo enajenado,
ResponderEliminarsomos en un mismo eje..."
Muy bueno tu poema, Cinthia!! y esa "sangre que se expande" y abraza.
Un gusto haber visitado tu blog.
Un abrazo.
Juan.