Hugo Chávez se ha ido a gobernar las estrellas,
los cúmulos y los planetas.
Lleva un equipaje liviano, ideas y pensamientos
y el tesoro inconcluso, su proyecto bolivariano.
Se fue una tarde de marzo sin despedirse siquiera,
las flores se marchitaron y el sol atardeció temprano.
Hugo Chávez tomó el camino que tiene una sola vía,
y va sin pena ni pesadumbre, con una sonrisa ligera.
A trabajar tal vez se fue con la canción a flor de labios,
hay tantas estrellas abandonadas,
analfabetas sin pan ni agua.
Tiene una gran tarea, el líder venezolano
y ya inició su vagar en pos de los necesitados.
El pueblo que lo esperaba sigue día a día la vigilia,
a ver si Chávez regresa con la suerte del destino
y continúa nacionalizando, lo que le faltó hacer.
Pero el comandante presidente a otros pasó su legado,
el ardiente faro de su revolución.
Dicen que más allá habitan líderes humanitarios
los que nunca mueren, los que luchan por la vida,
los que le dan a sus pueblos otra oportunidad,
la madre tierra es de todos y Chávez luchó por eso.
El pueblo llora y canta, el mundo se ha conmovido,
al ver el amor inmenso desbordado por las calles
de la gente que lo clama y siente como su hermano.
Quedará en la historia, como un ejemplo valiente
Hugo Chávez fue todo eso en el clamor de su patria
y en el centro de la América, supo ganar su lugar.
Hoy estará en la mesa junto a los héroes ausentes,
el Che, Salvador Allende, y muchos patriotas más.
Hugo Chávez no se ha ido para siempre de está vida,
por seguro que volverá cabalgando por la historia,
porque Chávez continúa en el corazón de Venezuela.
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