un tiempo de luces
encadenadas a la ausencia;
en las calles donde se apaga
la noche,
nevando soledades.
Hay luces
que me perdonan
la indiferencia de verte
abrazado al manto de la niebla,
durmiendo entre cartones.
Calles que calzan
los zapatos que no tienes.
Luces que visten
las ropas que requieres.
Calles que comen
lo que te falta.
Luces que ocultan
lo que me sobra.
Calles
con nariz de clown
y sonrisa congelada.
Luces
despistando miradas,
disfrazando palabras.
Luces perfectas.
Calles a cuestas
con tu hambre huérfana.
Engullendo el
eco que golpea a voces
¡Feliz navidad,
feliz navidad!;
cantas…
no tengo nada,
sólo una arcada
y luces vomitando
en el bolsillo izquierdo
de mi muralla.
Calles ofuscadas.
Luces fermentadas.
No pasa nada…
mientras en las calles del invierno,
haya un tiempo de luces
que duerma tranquilo
sobre la cama.
Mar Blanco
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