@ LUIS MARIA LETTIERI
éramos dos desconocidos
y alguna rueda invisible giró
para que fuéramos amigos
en otra noche, la rueda volvió a girar
y fuimos amantes apasionados
nos bebimos todos
los duraznos de aquel verano
soñamos con hijos
y nos equivocamos en gestos
palabras y visiones
menos en desearnos
era entonces la hora
del otro engranaje
y al girar
nos convertimos
en íntimos enemigos
nos perseguimos
a lo largo de las indiferencias
y nos mordimos los labios
buscando huellas de los besos
lamiendo sólo ásperos huesos
de antiguos duraznos
el último círculo se cerró
y volvimos a ser
lo que siempre fuimos
dos desconocidos
unidos por la miel
en llamas de un lejano verano.
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