domingo, mayo 24, 2015
TU LLUVIA
Por Ariel Aloi
Tu risa perdona a las lluvias,
y me empapa, esta noche.
¿Sabes? Los paraguas son una pésima
decoración bajo el techo y las sábanas.
Pero llévame, esta noche de aguaceros.
Tu cuerpo es una grata sorpresa
de gotas y de anuncios meteorológicos,
impredecibles para mí,
cuando te apareces como un vapor de agua,
cuando no hay nubes que contengan el cielo.
Tu risa se refleja en la humedad de las ventanas,
los caudales de los ríos se dilatan
y dibujan sus cauces de finas cejas
y de labios y de desagotes perfectos,
y de cordilleras lejanas, extranjeras, para mí.
¿Sabes? Solo espero la lluvia, nada más.
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