Por FRANK CASTELL
Bajo este salmo oscuro
vive mi verdad.
Los autos pasan
y el polvo me dice márchate,
deja este sitio de naufragios
que no te pertenece.
Busco la noche,
su aroma,
e insisto en no mirar las grietas.
Oh, Dios,
¿qué debo hacer?
Tanto mutismo asusta.
Tanta verdad sin rostro,
ni huella,
ni celebraciones.
No hay tiempo
y mi sangre fluye
como un disparo,
cansada de besar las cicatrices.
Mi sangre se estremece
y grita al sentir las hojas caer
por siempre en el vacío.
Bajo este salmo oscuro
vive mi verdad: horrorizada.
FUENTE : http://www.isliada.com
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