Oleo de Pablo Picaso
CARTA (VI)
Lisboa. Enero. Un año que comienza
bajo un signo de crisis logarítmica.
Vengo a contarte
las esperas en todos los andenes
y horizontes que nunca se acercaban
con tu nombre en la cresta.
Porque hay cosas de ti que aún no sé,
voy por tu piel escrita palmo a palmo
por encontrarte al filo de las sombras
enmarañado en versos.
Es medianoche en todos mis relojes.
Mientras suenan las doce en las ausencias
la Cenicienta urbana que me habita,
con jeans, Marlboro y garras sin barniz
pierde el zapato al borde de tu abismo.
Porque hay cosas de mí que aún no sabes
no entretejo gemidos, sólo trato
de engendrar esta carta por decirte
que preciso rasgar alguna seda,
un folio escrito o en blanco,
unos años de más y otros de menos,
viejas memorias, síntesis futuras,
el pañuelo, la alfombra, mi vestido,
cualquier cosa que cruja al deshacerse,
que grite, vocifere, gima, llore.
Necesito rasgar hondos pretéritos.
Es medianoche en punto en los colmillos
con que muerdo las horas.
Porque hay cosas de ti que aún no sé
Porque hay cosas de mí que aún no sabes.
Fotografía de Lena Sergeeva
Una preciosidad de versos.
ResponderEliminarMis saludos.