Sedales en el viento resecan esa estancia
ocultando la esencia del sin vergüenza,
ya no traes la cara lavada
la llevas deshollinada y retraída.
Te marcaron con hierro de fuego
más aquél simple espabilado,
resurgió sin más del contacto
cuando arcaico su haz se visitó.
Eres enredado como las alondras
cuando al vuelo se divisan estiradas,
notas la calima del más acá
y no sabes llegar al más allá.
Demuestras ser imparcial
mientras escondes la verdad real,
sigues y sigues mintiendo
pero por un casual efímero
La verdad queda al descubierto,
sin aquél más allá por el más acá
rebuscar desde el lodo
todo aquello que perdiste al acercarte
con tal cuidado remiras y sondeas,
Acaso no sabes qué las añoranzas
se han vestido de verde esperanza,
relamiéndose las heridas para ver mucho mejor.
Palencia, lunes 23 enero 2012.
Poema nº. 4/2012
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