miércoles, junio 13, 2012
LUCIA
En el desván:
Inclinada en un rincón,
las mejillas tiznadas de distancia
y arrugado ropaje,
la encontré.
Mi primera muñeca,
la que dejó Melchor
en mis zapatos,
cuando mis cuatro años
miraban asombrados
un milagro de amor.
La bautice Lucia
y la acuné en mis brazos.
Después,
el tiempo fue pasando
y la olvidé.
Quizás,
mi adolescencia
había descartado la inocencia
para buscar caminos mas osados.
Cuanta distancia desde aquel entonces.
Cuantos silencios escondidos en las sombras.
Cuantos eneros pasando por mi vida.
Cuantos reencuentros, cuantas despedidas.
Hoy:
añoré su rostro fabuloso
y corrí hacia su encuentro.
Me miró, temblé, no era la misma,
había dolor en sus ojos amatista,
mientras un rayo de sol acariciaba,
a una lágrima que lentamente resbalaba
dejando a en sus mejillas, implacable,
¡¡¡Las señales que el tiempo no perdona!!!
Del libro “Destino de Gorrión”
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Magnifica redacción de esta gran escritora.
ResponderEliminarLydia Raquel Pistagnesi es para leer rodeados de silencio; nos muestra con tierna melancolía sus espacios interiores y nos hace reaccionar ante
nuetras propias vivencias.
Su alma latinoamericana se manifiesta en esa manera sutil, recordandonos un poco en su cadencia a Alfonsina Storni y a Gabriela Mistral
Gracias Macondo por deleitarnos con su poesía.
Lorena Jaramillo (Colombia)