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por las tardes, salgo a buscar palabras
ésas que a la gente se le caen de los libros
que viajaron en algún aguacero
desde otras tierras lejanas
voces añejas que trajeron los abuelos
en los cascos de sus barcos
y azadón en mano, sembraron
bajo los robles, entre bellotas
y acequias de arroyos cristalinos.
las hay de color tierra, ladrillo y pimentón,
ambarinas, azucaradas, amargas
me gusta olerlas
y que me cuenten de la lluvia
o de sus hermanas
esas palabras que desaparecieron
donde todas las cosas se olvidan.
voces hechas de troncos
de maderas añosas y rojizas
graves, roncas, esdrújulas...
otras leves, tallos de claveles
donde suele poner su acento
de color la mariposa.
me gusta lamerles el rocío
llevårmelas al oído
y que me hablen del otoño
de tormentas llenas de pájaros perdidos
y hojas sueltas en el viento,
como la palabra agua
que se volvió río
a los pies de una estrella fugaz.
las guardo en un morral de lana
hasta que se quedan dormidas
entre arándanos , hongos, manzanilla,
bayas de enebro, hojas de hierbabuena
y otras abrojos que me convidan los caminos.
viajan junto a mi navaja cabo de olivo
y mi libreta de notas donde apunto
un glosario, como una heredad
y cada novedad que me trae la vida.
luego, en casa, las esparzo
sobre la mesa
se dan su baño de tinta
y juegan entre sí, sobre papeles en blanco
se esconden, se descubren y emocionan
hasta que cae la noche
y a la luz de un pobre candelabro
las veo de la mano, en paz
en la forma armoniosa de un poema.
y me duermo a su lado
entre el humo de las velas
escuchándolas:
......ese venablo que vuela
con tu nombre entre sus labios
vacila un instante
cuando divisa la cumbre de tu mirada
la curva seductora de tu sonrisa
duda
apenas lo necesario
y se desvía
con tu nombre mordido de muerte
suspendido en el aire de la vida......
Luis María Lettieri
Temperley.
temporada de lluvias —
Luis Maria Lettieri
por las tardes, salgo a buscar palabras
ésas que a la gente se le caen de los libros
que viajaron en algún aguacero
desde otras tierras lejanas
voces añejas que trajeron los abuelos
en los cascos de sus barcos
y azadón en mano, sembraron
bajo los robles, entre bellotas
y acequias de arroyos cristalinos.
las hay de color tierra, ladrillo y pimentón,
ambarinas, azucaradas, amargas
me gusta olerlas
y que me cuenten de la lluvia
o de sus hermanas
esas palabras que desaparecieron
donde todas las cosas se olvidan.
voces hechas de troncos
de maderas añosas y rojizas
graves, roncas, esdrújulas...
otras leves, tallos de claveles
donde suele poner su acento
de color la mariposa.
me gusta lamerles el rocío
llevårmelas al oído
y que me hablen del otoño
de tormentas llenas de pájaros perdidos
y hojas sueltas en el viento,
como la palabra agua
que se volvió río
a los pies de una estrella fugaz.
las guardo en un morral de lana
hasta que se quedan dormidas
entre arándanos , hongos, manzanilla,
bayas de enebro, hojas de hierbabuena
y otras abrojos que me convidan los caminos.
viajan junto a mi navaja cabo de olivo
y mi libreta de notas donde apunto
un glosario, como una heredad
y cada novedad que me trae la vida.
luego, en casa, las esparzo
sobre la mesa
se dan su baño de tinta
y juegan entre sí, sobre papeles en blanco
se esconden, se descubren y emocionan
hasta que cae la noche
y a la luz de un pobre candelabro
las veo de la mano, en paz
en la forma armoniosa de un poema.
y me duermo a su lado
entre el humo de las velas
escuchándolas:
......ese venablo que vuela
con tu nombre entre sus labios
vacila un instante
cuando divisa la cumbre de tu mirada
la curva seductora de tu sonrisa
duda
apenas lo necesario
y se desvía
con tu nombre mordido de muerte
suspendido en el aire de la vida......
Luis María Lettieri
Temperley.
temporada de lluvias —
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