VOCES DE CHERNOBIL

"Veías a una mujer joven sentada en un banco junto a su casa, dándole el pecho a su hijo. Comprobamos la leche del pecho: es radiactiva. ¡La Virgen de Chernóbil!

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"En medio de la aldea había un charco rojo. Los gansos y los patos lo evitaban".

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"No hay gente y el tiempo se mueve de otro modo. El día es largo, inacabable, como en la infancia. Prohibido quemar hojas. Las enterraban".