Por MÍA PEMÁN
Cuando a tus ojos llegan alboradas
Que dibujaron ensueños de espejismos,
Serpenteando las encrucijadas bajo relieves
No supiste sentir amplias realidades.
Te prefijaste una batalla insegura de ganar,
Más las irrealidades jugaronte la mala pasada
Que ni en tú mente sabías prevenir aún.
Es la recesión de aquél olvido predeterminado,
Quisiste ver sueños imposibles,
Y lo único que pudiste admirar en tú visión inalcanzable
Fueron resueños que ni nombre sabían tenerse.
Qué el morir entre bambalinas lo llegaste a conocer,
Sin nombre dado…
Porque las olas envejecieron y se pasmaron,
Tal cual las habías entrelazado en coletillas trenzadas
Así se fueron esfumando sin ese
previo aviso del resto acostumbrado.
Ahora, tan solo migajas en tú paladar
Se han quedado masticadas y sin saliva,
Ya no sabrás que el significado actual
Es la premisa que el olvido te adelantó.
Eres el rezumo de un olvidado amor
Que se cansó de vivir un imposible,
Cuando sus ojos no supieron olvidar
Que la belleza no se fija un posible,
Si no, que muere por dentro
Sabiéndose esquiva entre los sentidos,
Encaramados frente a la atalaya
Que visitaba su desnudez,
Mientras jugaron al escondite
En las mentes traviesas de la resonancia
Al inerte juego del rebusco y el chiribitil.
Poema 01/2012
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