Por JOSÉ GREGORIO GONZÁLEZ MÁRQUEZ
a MARIELA
Mi corazón es un hotel
con infinitas habitaciones
asediadas por tu silencio
Desdoblo mis manos
soy ínfimo testimonio
en la pureza de tu rostro
Me nombro
guardián de la oquedad
simple vestigio que se desvanece
en tu desmemoria
Cruzo
el territorio de la locura
avanzo
entre los durmientes
de esta vía
que me lleva
a abandonar la nostalgia
mientras
destierro de mi corazón
tu nombre
No hay comentarios:
Publicar un comentario