martes, julio 24, 2012
TRES TORRES Y UN PEÓN
Tres morenas claras
relataban sin cesar,
sus estudios científicos
sirven más que una opinión
encontrada de refilón
en una red inalámbrica.
Sentada en la mesa blanca
mientras anotaciones
plasmaba en el papel,
que los olvidos regañaban
por acudir sin la información
que ni tan siquiera
habían antes solicitado.
Afirmaciones en baja voz,
que en primera persona
al oído iban llegando.
No se puede afirmar
ni se puede contar,
tampoco se debe decir
lo que en un momento
se acaba de observar.
No se puede hablar
sin antes mencionar,
que existe una reunión
sin moradores extraños,
si se puede o deben
decidir a realizar
y a dar explicaciones,
sin previamente estar
la persona mencionada,
hablillas por lo bajo
quiérense guarecer
tras la cortina blanca,
escondiendo la camilla
que entre lamentos,
el peón chasquea
palabras de niñas doceañeras,
sin mirar a caso
que su extremada madurez
las palabras recorta,
mientras promulga
sus años de estudio
nadie se los ha de quitar.
Mentiras a raudales
bajo el brazo guardan,
y las verdades esconden
entre paños blancos
de murmullos histéricos.
Hablar y relatar
dejan sin escuchar,
mientras las miradas
reflejan su vista
en el alto techo,
más las opiniones
sueltas caminan,
queriendo información
por una sugerencia
bien consultada,
pero el rechazo
anda bien ligero.
Prueba solicitada
rechazada por su valor,
lo caro reviste gratuidad
que sin ser oportunas,
salen a relucir
distancias entre entes
que públicos gratuitos son.
Cuestionan informaciones
de conflicto existencial,
no comparten asistencias
oportunamente solicitadas
para un bien primordial.
Villanas de su postín,
flores en sus torres
llevan en carne vieja,
atrasadas sin saber
que la realidad existe,
viviendo siempre
bajo pedestales sin humanidad,
vigilan su éxito
queriendo alcanzar
un merecido puesto
que no les pertenece,
a costa del dolor
que el prójimo padece.
El polvo se quitan,
enviando los restos
a otros por igual,
en dos líneas escritas
explicaciones incrédulas,
quiérense mofar
utilizando un código
que ni el resultado,
de un PET analiza
lo que un escáner desorienta,
se les estropeó el oído
de tanto escuchar
al prójimo femenino,
que al no tener
carecen de escrúpulos,
y a medias se quedan
en visitas cortas,
sin saber a ciencia cierta
si sus excusas sirvieron.
Arenas y flores
en el mar se pierden,
mientras torres y peones
juegan a ser invencibles,
en el juego de la vida
que cotidiana se divisa.
Tablón de armas
su mesa de trabajo,
fichas estiradas
sus figuras deshilachadas,
muévense sin complejos
extorsionando con astucia,
¡duro su menester!
pero más drástico
el empujón de medio lado
recibido sin compasión,
deja boquiabierta la visita
redondeando la trama
desprovista de ingenio,
dejando en la ambigüedad
un destino intencionado
en la mesa de juego,
juzgando al libre albedrío
retozando de un lado al otro
encubriendo las posturas.
Rancios descontentos
por no ser ciertos
llegan a saber absurdos,
comentarios inocentes
que a veces cansan
llegando a parecer raros.
No todo se puede consultar
sabiendo de antemano
la respuesta a recibir,
varias veces han pronunciado
el desinteresado y perspicaz NO,
sus maneras son conocidas
las negativas bien utilizadas,
pero a pesar de todo
siguen insistiendo
en pruebas CARAS,
dificultades inexistentes
su existencia se plasman,
más la verdad no resalta
que ciertamente desconocen
el funcionamiento principal,
habiendo desacuerdos
por ambas partes
y sin mediar palabras,
terquedades enseñan
y sus dientes muerden
ahondando las heridas,
porque las gatas arañan
y los perros mordisquean,
alaridos que ensordecen
mientras mascan la pipa
que a paz no llega,
confundiendo su quehacer
esfumando mímicas
reseñando sarcásticamente,
enseñanzas de sexto año
y prácticas de dos,
no pudiendo aprender
lo que en unas líneas,
la experiencia parca
les deleita su poco saber.
Abriendo puertas
aires retoman,
enfurecidas adversidades
descontroladas exposiciones,
maltratan consentidamente
sabiendo con acierto
el daño posible causado.
Sabelotodas engreídas,
en sus pedestales estiradas
rechonchas vergonzantes,
¡mucho cacarear
para luego no entender
el significado exacto!
Parecen relistas
pero los años estudiados
atontaron sus mentes,
prácticas a medio camino
a cursillos no se apuntan,
créenselo como superdotadas
más las apariencias engañan
a más de una listeza.
Papeles que vuelan
por el aire acumulado,
medios inexistentes
y como antaño en la inopia
quieren seguir resistiéndose,
sin utilizar medios
que a su alcance existen.
Mienten más que hablan,
cuadros en su haber
no avistados alrededor,
tardes afirmaciones
para tan poca soltura,
carecen de escrúpulos
mientras entonan
la misma canción,
somnámbulas de capirote
creen a pies juntillas
el favor concedido,
más no es tanto
lo que han intentado predicar,
si al menos supiesen
lo que en la realidad
han pretendido ocultar.
¡Tan anchas quedaron!,
visita las esperaba
con grandes cajetines
que regalos les traían.
Rostros pálidos
rozando cortinas,
que el aire les regala
un tanto al entrar
en contacto directo
con tan particulares continentes,
sencillas trazas
parecen diseminarse
con los miedos restantes.
Tras una estrecha puerta
surcos del dolor
parecen el semblante,
que extrañeza refleja
tras un alistamiento
realmente engañoso,
perfiles de engaño
en los vientos pululan,
mientras listados anotan
observaciones extremadas
que obstaculizan los resortes,
sillas que chirrían
patinando sobre sí mismas,
quedan calladas
mientras la portezuela se cierra.
En un recodo escondido
de la sala en penumbra,
han quedado olvidadizos
los regalos de cuidado,
esperan ser recibidos
los dos al mismo tiempo
parecen pensar,
más la oportunidad
se quedo algo coja
y por si de caso,
uno tras el otro
pasaran descolocados,
las visitas acabaron
su diaria sesión
que por computo,
reflejaron su buen
e imperfecto funcionamiento.
Caminar adormitado
tras recibir insignificancia,
por no decir al menos
una fatal asistencia,
esperar sin sentido
lecciones de no-igualdad
trato descarado,
del trío de torres
y su ayudante peón.
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