Ya no tengo letras
que enjambren más versos,
todos fueron escritos
en dulces mieles para ti.
Una angustia frena mi pensamiento,
más bombea el corazón
que no puede con la carga de los versos.
Te regalé mares y olas y les quité la sal.
Me adentre en la brisa de tu cuerpo al caminar.
Quité velos oscuros a la noche,
iluminé tu sonrisa con mis ojos,
te abracé tan fuerte que nos fundimos
como se funde el hierro al fuego.
Mis versos también llevaron
magia y misterio, en recónditos
lugares no descubiertos.
Te dieron música en violines
de todas las naciones.
Te llevé por oleos pintados
de imaginación y sensaciones.
Me inmiscuí en tus noches, te robé los sueños.
Te regalé fragancias de añejos bosques
y cantos de aves azules.
Te di colores… te di versos… te di amores
y ahora que no puedo con mis versos,
dime…¿ dónde los dejo?
©Blanca-Octubre-2012
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