domingo, abril 27, 2014

GABRIELA LARRALDE en MACONDO


@ Gabriela Larralde





La manera exacta de abrazar


Aunque hayas armado con tus brazos
la manera exacta de abrazarlo


aunque la intermitencia de ese abrazo
te sugiera un alivio,
la manera perfecta de sostenerlo todo.


Aunque creas que existe un tiempo anterior
las cosas que pasaron
siguen pasando.





Niños en la casa


Mi gata es feliz cuando hay niños en la casa;
los examina, se deja apretar,
da vueltas, la alzan.
Sus voces dentro de la casa, agudas,
producen un efecto de hipnosis en ella.
Como si les tuviera un miedo que no es miedo.
Guarda dientes y uñas.
Se vuelve maleable embajadora de lo que perdimos.






Madre Boedo


Son dos vasos altos
llenos de leche
le pone azúcar al mío
revuelve
con el pelo así
parece una actriz.
No,
es más linda que una actriz.
Está en bikini y camina hacia el living
con el vaso lleno
baila suave
música brasileña
Copio sus movimientos
también su sonrisa.
No su pelo
que es de otro mundo.





La medida del silencio


Mira por la ventana del bar
para que yo diga la palabra
en silencio
busca que la diga


piensa que
si digo la palabra
si la pronuncio,
sin aire
tal vez con la mirada aparte
llena de frío
rascándome el brazo,
como cuando estoy oscura
sabrá lo que siento


piensa que
si digo, si uso
la palabra que espera
que ambos sabemos
si la uso, tal vez
en pasado, tal vez
entonces


eso busca
sin parar
con su silencio


piensa que
si la digo
si sale de mi boca
la palabra
por una vez
sabrá que sentir.





Llamaste


Llamaste después de dos años.
Estoy parada en la esquina de mi casa.
Tengo un filet de merluza en la mano y la sensación
de que soy la única mujer
en toda la ciudad
con un filet de merluza en la mano.



Bio: Buenos Aires, 1985.Estudió Ciencias de la Comunicación en la UBA y Periodismo en TEA. Su primer libro de poesía “Las cosas que pasaron” de editorial Huesos de Jibia fue publicado en noviembre de 2013. Su tesina de grado analiza cómo se trata la diversidad sexual, de género y la homoparentalidad en la literatura para niños. Este año editará su primer libro de cuentos, “La altura perfecta”, mientras escribe su segundo poemario. En los últimos diez años fue productora de exitosos ciclos radiales en La 100, Pop Radio y Rock&Pop. También fue columnista de literatura y guionista en diferentes programas de radio, TV y agencias de publicidad. Desde 2008 escribe un blog de literatura, eBlogtxt, y desde 2013 organiza el ciclo de poesía Rumiar Buenos 
Aires.

NO TE OLVIDES DE VISITAR A :

http://poetasaltuntun.blogspot.com.ar/

YO ....EL INTRUSO



Soy el intruso, después de tu día agotador, después de tus tareas hogareñas, después de tus cansancios y dolores, de ese stress que te atrapa cada tanto, penetro por la rendija de tu vida, como un intruso, a ocupar ese pequeño y grato espacio que tu le das a mi vida, con esos besos dulces y esas miradas tiernas.

Soy el intruso, que le pone flores a tus sábados, esos sábados cortitos, que son pequeños para nuestros ratitos de amor, el intruso que va a tu lado caminando por las calles de tu barrio y con el que a veces compartes ese mate cálido que nos une un rato en tu hogar.

No puedo ser mas que eso, un intruso, que aprovecha esa rendija al final de cada día, ese que cada tanto te roba unas horas de amor, en un lecho que nos confunde entre besos y caricias, como si fuera la ultima vez.

Cada instante, es igual y maravillosamente eterno, me gusta ser tu intruso, me gusta porque cada ratito es el verso de la poesía que lleva tu nombre y el agua para este sediento errante, que vive en un desierto, que se asoma a la vida sòlo para ser intruso de tu vida.


lunes, abril 21, 2014

CUATRO A.M.

@Ele AranFouérè
cuatro a.m.

se le hizo tarde para quererme,
el estornino perdió su brújula
nadó entre cuadrados y serpientes
dejando gotas saladas 
al olfato de su mente;
hay un mundo de sonrisas
que corriendo mala suerte
desprotegidas del sonido
se suicidaron lentamente
para caer amortajadas 
a la fosa común, 
de aquellos que se pierden...


en la esquina de mi suerte,
observando sin mirar, 
el fondo elocuente
abrazando las manos, 
navegando frágiles paredes
construidas con olvido
y algo de presente.... 
el bosquejo de mi misma
se destiñe de su mente....


Foto de Elen AranFouérè.

MAR BLANCO en MACONDO

El sabor amargo del cáliz 
en mis labios,
como un presagio
de esa irresistible
inclinación 
a fijar el rumbo
-irremediable-
A romper la distancia.
A posarme.
A probar 
-una vez más-
lo que me mata. 

RAMON LEAL en MACONDO



FUENTE : http://poesiaycreacion.blogspot.com.ar/

jueves, abril 17, 2014

ADIOS GRABRIEL



@ PEDRO VALCI



OCHENTA Y SIETE, un numero, una edad, que muchos han visto o usado ese numero ò han llegado a vivir esa edad, pero ochenta y siete años sacando de la hoja blanca las letras mas sentidas en America y el Mundo, tal vez uno solo, con nombre de angel, Gabriel.



Lo descubri accidentalmente buceando en la biblioteca de mi barrio, un barrio obrero en la chicago argentina, donde ademas se instalaba el ajedrez, como desafio, despues de las lecturas de Marìa, la bibliotecaria,...Isabel viendo llover en MACONDO .....que nos leiia por partes, a unos pibes hambrientos de letras, que ya no estan, porque me quede solo, a los otros se los llevaron unos tipos de verde.



Como auel día en calle Corrientes ,que me atropello con Cien años de Soledad, a mis diesiocho, ya llevo sesenta y me deja GABRIEL, con sus letras que aun no las he visto a todas.



ADIOS AMIGO, aun recuerdo el empujon que me diste con Periodismo Militante,lograste convertime en un mezclador de letras.



ADIOS AMIGO, no te voy a extrañar me quedan todas tus letras, que te prometo cada vez que te extrañe ir a buscarlas



1955.- “La hojarasca”

1961.- “El coronel no tiene quien le escriba”

1962.- “La mala hora”

1962.- “Los funerales de la Mamá Grande”

1967.- “Cien años de soledad”

1968.- “Isabel viendo llover en Macondo”

1968.- “La novela en América Latina: Diálogo” (junto a M. Vargas Llosa)

1970.- “Relato de un náufrago”

1972.- “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada”

1972.- “Ojos de perro azul”

1972.- “El negro que hizo esperar a los ángeles”

1973.- “Cuando era feliz e indocumentado”

1974.- “Chile, el golpe y los gringos”

1975.- “El otoño del patriarca”

1975.- “Todos los cuentos de Gabriel García Márquez: 1947-1972”

1976.- “Crónicas y reportajes”

1977.- “Operación Carlota”

1978.- “Periodismo militante”

1978.- “De viaje por los países socialistas”

1978.- “La tigra”

1981.- “Crónica de una muerte anunciada”

1981.- “Obra periodística”

1981.- “El verano feliz de la señora Forbes”

1981.- “El rastro de tu sangre en la nieve”

1982.- “El secuestro: Guión cinematográfico”

1982.- “Viva Sandino”

1985.- “El amor en los tiempos del cólera”

1986.- “La aventura de Miguel Littín, clandestino en Chile”

1987.- “Diatriba de amor contra un hombre sentado: monólogo en un acto”

1989.- “El general en su laberinto”

1990.- “Notas de prensa, 1961-1984”

1992.- “Doce cuentos peregrinos”

1994.- “Del amor y otros demonios”

1995.- “Cómo se cuenta un cuento”

1995.- “Me alquilo para soñar”

1996.- “Noticia de un secuestro”

1996 – “Por un país al alcance de los niños”

1998.- “La bendita manía de contar”

1999.- “Por la libre: obra periodística (1974-1995)"

2002.- “Vivir para contarla”

2004.- “Memoria de mis putas tristes”

2010 – “Yo no vengo a decir un discurso”



lunes, abril 14, 2014

POEMA 7




@ PABLO NERUDA




Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.


Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.


Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.


Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.


Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.


Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.


Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.

SIETE POEMAS DE FEDERICO DIAZ GRANADOS



Siete poemas



@Federico Díaz-Granados


Retornos

No creo en retornos
pero este amargo corazón de casas viejas y calles rotas
late en cada regreso
sin gestos ni ademanes
y sabe que el mundo es un mal lugar para llegar

Y se regresa a escribir un poema que trate de una muchacha en un aeropuerto
que espera un avión de quién sabe dónde
o escribir sobre la carta que nunca recibí aquel sábado
escuchando el viejo casette con mis nostalgias favoritas
o sobre los versos robados a Salinas, Borges, Walcott
y las tardes de sol en el estadio de fútbol

No creo en los regresos
pero este seco corazón de otros días canta a destiempo
sobre el cielo que quema el nombre de una mujer que amé

No creo en retornos
pero mi vocación de viajero hace, que siempre que parto hacia la intemperie en el mundo
deje, como en mis días de boy scout, piedritas y migas de pan
para no perder el camino de regreso a tu cuerpo.



Princesa Leia, vestida de novia

Y sé que a la princesa
Leia irán dirigidas mis últimas palabras
cuando la luz se apague, y que repetiré
su nombre en mi agonía, como si ella tuviese
un nombre, antes de hundirme en la noche total.

Luis Alberto de Cuenca

Te conocí en las noches de mi infancia.
Tenías 18 años y eras una sola mujer:
Leia Organa,
Senadora y Princesa de este corazón más roto y fragmentado
que tu soberana Alderaán.

Te perseguí por los viejos cines de barrio,
tuve tus posters en los muros de mi cuarto stickers en mi ventana
y repetí de memoria cada una de tus palabras.
Tú eras mía y desde entonces siempre lo has sido
Eras la primera, la única y la última de mis mujeres.

Algo de ti tiene hoy mi soledad.
Algo de tu belleza este rencor y cobardía
frente a postales de planetas con dos soles
y naves que huyen con aprendices, piratas mercenarios y viejos guerreros.

Princesa Leia, regresas vestida de novia.
Por qué ese ademán de tristeza cuando oyes la suite de la Batalla de Yavín
Por qué esos gestos si a este amor lo pronuncia un idioma que no nos pertenece
Cuántos siglos, cuántas millas y a qué velocidad viajaron tus lágrimas
para llegar a este cuerpo.
Ante cuál religión te persignas cada día,
ante qué rituales inclinas tu cabeza, pequeña princesa.

Ahora que la vejez llega con sus finos deterioros,
a esta edad que es más lenta que la tuya.
Ahora que llega con sus polvos en las estanterías
yo deseo cantar, pequeña princesa
del mismo modo que te amo:
igual que una gota de aceite extraviada en el universo
más y más lejos de mi muerte.

Si de niño
jugaba a encontrar tesoros en el centro de la tierra
o gigantes criaturas y grandes minerales en el espacio
y pintaba mapas en cuadernos cuadriculados
Qué diré de este amor de lápices de colores y papel mantequilla
Que nunca tuvo horóscopos, canciones ni peluches.
Qué diré de ese amor que pronuncia tu nombre y dibuja tu rostro
mientras me recoges una vez más,
como ayer, como en el cine matinal,
como en los sueños que nunca pude atrapar,
como la primera navidad o el último halloween.
Me recoges como antes y como hoy,
Leia Organa de Alderaán,
la primera, la única y la última de mis mujeres

y siempre vestida de novia.



Suenan timbres



Homenaje a Luis Vidales


Golpean, llaman.
Suenan timbres en la casa.
Alguien busca algo a horas imprevistas.
Serán de la oficina postal
o los mormones ofreciendo Biblias.
Algún extranjero despistado
o el mendigo que viene por su ración de pan.
Será la vecina que quiere hablar sobre la carestía
o su esposo el prestamista a cobrar los intereses.
Quizá el plomero
o la gitana a pronosticar malos días,
extrañas pestes y fuertes infecciones.
Quién golpeará a esta hora inoportuna.
No es el amor,
no es el hijo, ni mi padre.
Seguro será la muerte y el ropavejero
que vienen por mi cuerpo con su derrota
o el casero a desalojar,
que es lo mismo.



Pastelería Metropol




Yo vengo sin idiomas desde mi soledad

Luis García Montero


Miro en la vitrina
el reflejo de mi cuerpo
Sobre el vidrio
Y me veo gordo, cansado, sobre aquellos pasteles de vainilla.

Y pienso en los amigos que no volví a ver
¿y qué sabían ellos de este corazón caduco
donde no cabe ni un centímetro del mundo?

Y cuando no te reconoces en los pasos del hijo, ni en el espejo
harto de esquivar malos presagios
viendo de lejos el esplendor de las pérdidas
lo indescifrable y lo desconocido.

Callo: mi silencio alcanza ese cuerpo que no entiendo,
desmancho mi corazón de su último incendio.

Y sigo extranjero en ese vidrio,
gordo y cansado
y atrás de mí
algunas sombras, gestos de abuelos y tíos muertos
sobre los pasteles de vainilla.



Jazz del solitario


La moneda cayó por el lado de la soledad

Andrés Calamaro


El día de la creación
tendré semillas tuyas entre mis manos
y te dispersaré en el fértil territorio de cielos abolidos
o en la voz que persigue otras luces, otros fulgores.
Busca entonces la dirección de la guerra
no importa que tu ausencia sea del tamaño de la muerte
te buscaré al otro lado de la noche
cuando regresemos de esta estación de adioses que es la vida.



Inutilidad del oficio

Cuánto se ha sacrificado para escribir estas líneas
cuántos pesares y melancolías
para asumir con dignidad la ruina y el abandono
y sobrevivir a la tragedia.

Y siempre habrá poesía
pero volveremos a las mismas y repetidas palabras
todos los temas están dichos
y habrá que repetir en cada verso
ritmos ya entonados, amores y muertes ya cantados.

Cuánto sacrificio para escribir algunas palabras de basura
cuántos sismos interiores.
Para que no las lean, se burlen o no aplaudan en un recinto.



Pequeño nocturno

¿Ese temblor que pasa es la vida?
¿Y ante qué soledad es que hoy canto?

No sé de dónde provienen esos ruidos que en la noche asustan:
la caja de fósforos
las cosas que se cambian de lugar y no aparecen.

Suponemos que todo esto es el mundo
enormes colecciones de tristezas, llaveros y estampillas de mares
lejanos.

Es acá donde sucedo
sin aduanas ni requisas
ni adioses a destiempo.




Federico Díaz-Granados (Bogotá, 1974). Poeta, periodista, profesor de literatura y divulgador cultural. Es codirector de la revista de poesía Golpe de Dados desde el año 2000. Ha publicado los libros de poesía Las voces del fuego (1995), La casa del viento (2000),Hospedaje de paso (tres ediciones: 2003; 2003; 2004). La Universidad Externado de Colombia publicó una antología de sus poemas con el título Álbum de los adioses (2006). Además, es autor de varias antologías poéticas en Colombia y el exterior. En 1998 aparecieron sus versiones de la poesía de Jim Morrison bajo el título Una oración americana. En 2007 preparó la muestra “12 poetas colombianos 1970-1981” para Punto de partida. Ha participado en numerosos festivales, congresos y eventos literarios en Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Cuba y México.



SIETE AÑOS DE UTOPÍAS



SIETE  AÑOS  


191.562 LECTORAS/ES 

CUMPLIMOS SIETE AÑOS 14 DE ABRIL DE 2014




Siete  años, de trabajo, que han sido una aventura recorriendo el mar de letras de todos los poetas que fuimos visitando, siete años de compartir emociones y de cumplir con un sueño, recuperar las letras. Nos propusimos y nos proponemos difundir la poesía, la pintura, la fotografía y toda aquella otra maravilla del arte.

Nos propusimos ser un espacio no-comercial, sabemos que es una cuesta arriba, pero sentimos que no hemos equivocado el camino, ya que no da la libertad de cumplir siete años de utopías.

Gracias a todas y a todos los que siguen confiando en LETRAS MACONDO


SUSANA PUSSACQ
DIRECTORA

PEDRO VALCI
REDACCION

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