Voy sarcástica a los ángeles
vivo la metamorfosis
del opio revestir
de esa amargura
de todo salivar que muerdo.
Es áspero el palpitar
esa mueca inevitable.
La desventura del apéndice
el odio consagrado
y el lamento de este infierno.
Como una pesadilla
aborrezco los nublados
y a los parásitos
que se abalanzan
como verdugos.
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