Como almas luminosas cruzan los trenes de la noche el páramo.
Hay un poco de muerte en esas vías de acero,
allí, donde el ferrocarril llega y para un instante,
estaciones de plenilunio en medio de la oscuridad,
donde se guarda un silencio
que solo quien se despide sabe interpretar
y quien se queda sopesa sin saberlo en su corazón.
f.
Hay un poco de muerte en esas vías de acero,
allí, donde el ferrocarril llega y para un instante,
estaciones de plenilunio en medio de la oscuridad,
donde se guarda un silencio
que solo quien se despide sabe interpretar
y quien se queda sopesa sin saberlo en su corazón.
f.
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