DE DIEGO GUATE enviado por MIA PEMAN
En la vida cotidiana existen muchos sentimientos que son constantes, que representan un lazo que pocas veces se logra romper, un lazo más fuerte que la razón y más flexible y resistente que cualquier material conocido, si bien, algunas veces parece que se romperá, solo se fortalece.
Mientras algunos sentimientos unen personas, y hacen más agradable el convivir con una persona,otros hacen de una convivencia una pesadilla total para uno de los involucrados, y porque no decirlo, en algunas ocasiones para ambos y para todo aquel que se relacione con ellos.
Pocos sentimientos son tan duales, tan extremos y tan variables como los que unen a los hermanos; mientras en algunas ocasiones los pueden separar por años, en otras los pueden unir como nunca lo han estado, haciéndolos enfrentar como uno todo lo que pueda llegar a suceder.
Si algo es innegable, es que no existe otra razón más poderosa entre hermanos, que los celos, ese tipo de celo que solo los hermanos y hermanas pueden entender, ese sentimiento confuso que es una unión perfecta entre odio y amor, balanceado de una forma totalmente peculiar.
Si bien, podemos volvernos en algún momento la pesadilla de nuestros hermanos, la pesadilla de nuestros padres, e incluso la de cualquiera que se atreva a molestarlos; si algo es seguro, es que cuando ese odio enseña la cara de amor fraternal, pocos son los extremos a los que no se llegarán para proteger a aquel o aquella que amamos odiar.
FUENTE : http://diegobacha.wordpress.com
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