Por ERNESTO LASERNA para MACONDO
Tucumán y Corrientes, si vivís en la Argentina , pensarías en
dos provincias, en realidad se trata del cruce de dos calles de la ciudad de
Rosario, que en unas de sus ochabas se levanta el bar EL MOLINO, casi con
modorra, de esos bares pueblerinos con un dueño relajado y con alma de pulpero,
transita entre las mesas llenas de historias, charlando con cada parroquiano de
la vida rápida, las ventanas son como ojos que miran las dos calles, casi no se
pierde nada del espectáculo de la gente que va y viene y los autos y los ruidos
que suenan debajo de ese techo antiguo.
Pero EL MOLINO, en uno de sus
rincones tiene POESÍA, vaya la rareza, ahí en un atril descansan algunos
libritos de poesía, atentos a los diarios del día que van de mesa en mesa y de
mano en mano, me preguntaba mientras el dueño DON MIGUEL, me convidaba con un café,
quien ó quienes abran abierto alguna vez
eso libros.
La escena transcurría
parsimoniosamente, hasta que como en el teatro, la puerta de la ochaba se abre
y se incorporan a la escena del salón vació una madre y un niño, al parecer el
niño venia de la escuela, lo cual comprobé cuando solicito su merienda, vivaz con una mirada chispeante, muy comunicativa, la mama se retiro de la escena, en
un ya vuelvo, lo cual confirmo su calidad de parroquiano habitual.
Entonces observe como el niño
sacaba de su mochila unos papeles y lápices para empezar a dibujar, no pude más,
me acerque y entre otras cosas le pedí que dibujara para MACONDO, no podía ser
menos oportuno, se trataba de ULISES DAMIAN SCHIRMER, un artista, como todos los
niños, pero este además actuaba su obra con gestos de poder dibujar monstruos y pitufos, cuando su mama PATRICIA, regresó ya
teníamos una charla mas que amena y promesas de ser parte de los artistas de Macondo.
La cosa es que en EL MOLINO, pude
charlar de cosas de familia con MIGUEL, mi cuñado, y como era mi primera vez en
esas mesas de ese salón con libros de Poesía, había sido premiado con el
encuentro de un niño artista, de cual espero más dibujos.
Amigas y amigos, a veces observar
es conocer, y un niño nos puede dar al atardecer la ventaja de saber que el
arte esta en todas partes.
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